Mercosur: Macri reclama más apertura comercial y Bolsonaro pide acelerar baja de aranceles
El presidente de Argentina celebró los avances dados en materia de comercio desde el Mercosur hacia otros bloques y países. Reclamó que Maduro abandone el poder en la nación petrolera, pero debió suavizar la declaración oficial para no incomodar a otros países.
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El presidente de Argentina, Mauricio Macri, convocó ayer a otros líderes de la región a "consolidar las relaciones económicas y el comercio con el mundo" al presidir la Cumbre de Jefes de Estado del Mercosur, con la presencia de sus pares de Brasil, Bolivia, Chile, Paraguay y Uruguay, ante quienes discutió sobre la crisis política, social y humanitaria que azota a Venezuela, y junto a quienes anunció una serie de medidas tendientes a beneficiar la comunicación de los más de 260 millones de habitantes con los que cuenta la unión aduanera fundada en 1991.
En la ciudad de Santa Fe, adonde llegó cerca del mediodía tras un acto de campaña en la cercana Entre Ríos, Macri celebró el reciente acuerdo de asociación estratégica alcanzado por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay con los 28 países que integran la Unión Europea (UE) para formar un mercado único de más de 850 millones de consumidores.
Junto con sus contrapartes, ratificó la intención de concluir cuanto antes negociaciones comerciales con EFTA, la asociación europea de libre comercio que integran Noruega, Suiza, Liechtenstein e Islandia; Canadá y Corea del Sur.
El presidente también aprovechó su intervención ante el plenario de jefes de Estado y delegados de Ecuador, Perú, Colombia, Ecuador, México, Guyana y Surinam para mostrar su solidaridad con el pueblo venezolano frente a al "crisis humanitaria sin precedentes" que afrenta dicha nación. Hablando en plural, Macri dijo: "Reconocemos a la Asamblea Nacional (de Venezuela) y al presidente encargado Juan Guaidó como única autoridad legítima, y demandamos a Nicolás Maduro que deje de obstruir la transición democrática y la violación de los derechos humanos".
Similares palabras empleó en su intervención el presidente de Brasil, Jaír Bolsonaro, quien recibió de Macri la Presidencia Pro Témpore del bloque económico. Sin embargo, la declaración suscripta oficialmente por los Estados miembro del Mercosur y sus países asociados, con excepción de la Bolivia de Evo Morales, no hizo mención ni de Guaidó ni de Maduro.
Si levantaron el alto el reciente informe de la Alta Comisionada para los Derechos Humanos de Naciones Unidas, la expresidenta chilena Michelle Bachelet, con descripciones abrumadoras sobre las restricciones que sufren los venezolanos, y se limitaron a expresar "la importancia de trabajar por la consolidación de una región políticamente estable".
El diluido comunicado sobre la situación de la principal potencia petrolera del cono sur fue suavizada en aras de incluir a la mayor cantidad de países y evitar una exposición de los marcados desencuentros que tienen, entre otros, Uruguay respecto a la caratulación que Argentina, Brasil y el resto de los países del Grupo de Lima han hecho del gobierno de Maduro como un "régimen dictatorial".
Acuerdos alcanzados
De vuelta al plano local, los presidentes de Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay convinieron en acabar con el cobro de costos adicionales por la utilización de roaming para aquellos ciudadanos que viajan entre los cuatro países.
La medida deberá aprobarse en los parlamentos y luego remitirse a las agencias técnicas de cada país para tornarse operativo. De antemano, el nuevo esquema incluiría las llamadas de voz, el envío de mensajes de texto y la utilización de datos, y podría entrar en vigencia sin necesidad de esperar la ratificación de todos los congresos.
Los líderes también convinieron en ofrecer servicios consulares a los nacionales de los países Mercosur donde su propio gobierno no tiene oficinas; acordaron un mecanismo para litigar embargar a los deudores alimentarios que residan en otra jurisdicción donde son demandados, renovaron su compromiso con la lucha contra el terrorismo ante el 25° aniversario de la voladura de la AMIA, y ratificaron una hoja de ruta para sostener el desarrollo de comunidades y pueblos indígenas.
En otro orden, el encuentro sirvió para discutir los mecanismos de integración con la Alianza del Pacífico, una zona de libre comercio que integran Chile, Perú, Colombia y México. Se habló de ir hacia una integración "4+4", que facilite a los países con costas sobre el Atlántico salir con sus bienes y servicios hacia el Pacífico y viceversa.
El presidente chileno, Sebastián Piñera, que asumirá la conducción política de esa zona económica en breve, reclamó además que los países del Mercosur levanten las barreras paraarancelarias que le impiden a su país una mayor complementación económica.
Bolsonaro tomó la posta y pide bajar aranceles
Como marca el protocolo del Mercosur, el presidente Mauricio Macri cedió ayer la conducción política de la unión aduanera a su par de Brasil, Jaír Bolsonaro, quien además de prometer una continuidad de las negociaciones económicas con terceros bloques o países, apuntó entre sus objetivos una mayor liberalización del bloque y la consecuente apertura de las importaciones, sobre todo en bienes industriales.
La cancillería brasileña y el ministerio de Economía que encabeza el ultraliberal Paulo Guedes dejaron entrever que durante este semestre, el Mercosur profundizará la agenda de inserción internacional, la reforma institucional de este mecanismo de integración económica lanzado en 1991, y la "aceleración" del proceso de revisión del Arancel Externo Común (AEC), un elemento central de la apertura comercial.
Al hablar en la Cumbre de Jefes de Estado, Bolsonaro declaró que prioridad es "concluir la revisión del AEC antes de fin de año" para que las empresas "puedan tener insumos más baratos, y nuestro consumidores ganel con el acceso a productos más baratos y accesibles". Y de paso criticó la performación del arancel: "O los aranceles son comunes, o no son. No queremos una unión aduanera por la mitad".